Les comparto la historia de la cerveza Schlau, de origen rosarino (Provincia de Santa Fé, Argentina) y cuya fábrica cerró a finales de la década del 70.
La historia de “La Schlau” se remonta al año 1858, cuando el estado de Buenos Aires aún no formaba parte de la Confederación Argentina. Para esa época Federico Pommerenke instala la primera cervecería «a la alemana», en la esquina de Catamarca (denominada calle de los alemanes) y Entre Ríos. Su nombre: Cervecería Nueva. Dos años más tarde, es adquirida por Gustavo Bley, quien la transfiere ya para 1866 a Federico Ángel. Como se puede observar, lo que luego sería Schlau, no comenzó su historia en el barrio Refinerías de Rosario.
En 1870 pasa a denominarse Cervecería Alemana, cuando un empresario industrial, Fernando Magdelín adquiere la firma, ganando prestigio por la calidad de su producto y conquistando un premio nacional y otro internacional por su producto. Sin embargo, los avatares económicos hacen que su dueño se encuentre en una posición socialmente comprometida, y en 1880, las deudas finalmente lo llevan al suicidio. Para la época, las deudas eran una carga moral importante y más en familias alemanas de religión protestante. En el año 1878 se produce un hecho importante: la cervecería alemana logra registrar su marca y sus propios porrones.
Entonces, adquieren la fábrica los señores Carlos Schlau y Federico Strasser, alemán y suizo, respectivamente. En ese momento la cerveza se llamaba León. Alemanes y suizos eran los que poseían, junto a los ingleses, el “monopolio del conocimiento” de la fabricación de la cerveza. Lo que hoy llamaríamos el “know-how” (saber cómo se hace). El agua del Paraná era fundamental por su ausencia de sales.
En 1893, se separan por cuestiones de dirección de la firma, y Carlos Schlau. se convierte en el solitario dueño de la vieja Cervecería Alemana. Strasser no deja el negocio: compra la cervecería Santa Rosa, de Costa y Falcone, frente a la actual Plaza Santa Rosa, de la que tomaba el nombre.
El nuevo dueño, un piadoso luterano, cambia por el de Cervecería Strasser, y previsor, diseña e instala una fábrica de hielo, ya que la cerveza comienza a beberse fría, a diferencia de la vieja costumbre de beberla a temperatura ambiente, o sea, “caliente” como decimos hoy.
La cervecería no funcionaba bien económicamente. Eran necesarios muchos cambios de tipo técnico, y ya con el “know how” alemán no bastaba. Sobre todo para un público consumidor bastante más amplio que la colectividad germánica.
Los hermanos Wiedenbürg, adquieren a Strasser la cervecería, cambiándole el nombre por el de Cervecería Germania. Al comenzar la primera guerra mundial, sufrió -por motivos aparentemente políticos, aunque desconocidos- una gran reducción de sus ventas.
Por ello, más tarde la adquirió el consorcio de los Bemberg, dejando de producir cerveza y funcionando solo como fábrica de hielo durante 30 años más. Strasser, solo y arruinado, pero sin deudas (pagó religiosamente sus obligaciones) moriría en un banal accidente con su bicicleta, de la cual se cayó, en calle Rioja y Balcarce.
La historia de la cerveza Schlau post Strasser
La cervecería de Schlau, en cambio, había adquirido un importante desarrollo, al verse restringido la oferta cervecera. Ofrecía varias marcas: Salvador, Porter, León y Rosario Especial.
En 1907 muere el ya anciano Carlos Schlau. Convertida la fábrica en Sucesión de Carlos Schlau, el grupo Bemberg compra a su viuda la vieja Cervecería Alemana y le pone el nombre de Cervecería Schlau. La marca estaba instalada definitivamente. La Cervecería Germania también había sido adquirida e integrada a la Cervecería Quilmes.
Para el año 1913 adquieren un terreno en Brown 3126, entre Francia y Vera Mujica. Ya en 1914, la firma Cervecería Schlau construye la fábrica de calle Brown. Su arquitectura remite a construcciones germánicas de los principios del siglo XIX, con almenas, y detalles aproximativos a las casas burguesas alemanas.
La denominada Barraca Germania de Francia y Brown es el “residuo fabril”, con el mismo estilo de la Schlau, de la vieja Cervecería Germania. Para evitar una marca más, se la cierra, quedando reducida a fábrica de hielo, un elemento que ya es inseparable de la cerveza. De todo el complejo arquitectónico «alemán» es lo único que queda. Las construcciones se suceden, con silos para guardar el cereal, que aún pueden verse. Un ramal de vía férrea se destinó a la salida de productos.
Luego de la estatización compulsiva de las empresas del grupo Bemberg y devuelta en 1959, entre 1960 y 1978, la empresa pasaría a llamarse Cervecería Rosarina Schlau SA. Lanzó las marcas Pilsen Especial, Bock Especial y barril “Porter y León”. Así fue desarrollándose su actividad elaborando cerveza de calidad a los rosarinos. Aun hoy se pueden encontrar recuerdos de aquella marca: botellas, destapadores, servilleteros, etiquetas, y suvenires que rememoran a la cervecería Schlau.
En 1978 se produce el cierre definitivo.
Javier Morales
Soy un amante de las cervezas. Con más de 5 años de experiencia como supervisor de ventas en distribuidoras de bebidas, he desarrollado habilidades sólidas en el ámbito comercial y un profundo conocimiento de la industria de las cervezas. Combino mi experiencia en ventas con mi pasión por las cervezas en este, mi blog personal, Mundo Cervezas, donde comparto contenido sobre variedades, maridajes, y las historias fascinantes detrás de esta popular bebida.